jueves, 15 de mayo de 2008

La gran hazaña de Everton


Audax se sintió clasificado antes de tiempo y los 'ruleteros' supieron sacarle partido a eso. El equipo de Acosta demostró gran espíritu y garra para lograr lo que era impensado: llegar a semis. Everton venció como visita por 4-1 a los itálicos y va por el título.

Una hazaña de Everton y que no estaba en los libros de nadie. Los viñamarinos llegaron a Santiago decididos a clasificar a la ronda de los cuatro mejores del Apertura. Y lo consiguieron merecidamente. Los 'ruleteros golearon en el Monumental por 4-1 a un mezquino cuadro itálico y accedieron a las semifinales.

El elenco de Raúl Toro pareció sentir desde un comienzo que tenía la tarea lista. El 3-0 conseguido en el duelo de ida ante los 'oro y cielo' provocó un evidente relajo en los floridanos. Y eso se notó en la cancha.

Los verdes no jugaron al mismo nivel que venían mostrando desde las fechas anteriores, algo que la escuadra de Nelson Acosta aprovechó de buena forma. Con buen fútbol y actitud, los evertonianos se adueñaron del control del duelo.

Por eso no extrañó que a los 21' Cristián Canío abriera la cuenta para los visitantes desde los doce pasos, luego de un grosero foul del portero Lucas Suárez sobre Juan Luis González. Y a pesar de esto Audax No despertó.

DEFINICIÓN DE INFARTO


En el complemento Everon decidió jugarse todas sus cartas. Para eso arriesgó y tuvo una actitud más ofensiva. Los verdes parecieron siempre confiar en su cuenta de ahorros y siguieron con su fútbol a media máquina.

A los 56' Ezequiel Miralles encendió la ilusión 'ruletera'. El ariete puso el 2-0 y la hazaña estaba muy cerca. Con Cristián Canío como director de orquesta, los visitantes buscaron afanosamente el tercer tanto. Pero llegó un balde de agua fría para los de la Quinta Región.

A los 69' Carlos Garrido puso el descuento y los floridanos ya estaban pensando en su próximo rival. Pero a punta de garra, actitud y un criterioso trato del balón, Everton marcó a través de de Canío (71') y en los descuentos Cristián Oviedo (91'). La hazaña estaba consumada.

Una clasificación meritoria para los viñamarinos, a quienes ya todos daban por eliminados. Un justo premio a su planteamiento ofensivo y ganas de triunfar. Algo que le faltó a Audax Italiano, que mezquinamente casi no jugó esta noche: se sintió clasificado antes de tiempo y su displicencia los dejó nuevamente fuera antes de llegar al título.


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